Esta es un clásico autobiográfico en la que podemos asistir a dos sensaciones extremas: el juego y la apuesta como iluminación, como poesía por una parte; como un infierno insufrible y doloroso, por otra. Asimismo, el amor considerado como un mundo donde solo hay entrega y pasión; pero también como un espacio de recriminaciones, reproches y enemistad.