1884. Don Juan Valera viaja a Washington como embajador. Agobiado por los acreedores, destruido su matrimonio, América le ofrece la promesa de vivir tranquilo y de reponerse económicamente. Pero las amenazas de los independentistas cubanos no le dan tregua. Katherine Bayard, hija del Secretario de Estado del presidente Cleveland, con su amor apasionado tampoco le dará sosiego.