Una vez decides que quieres ver tu obra publicada ¿Qué es lo más complicado?
Creo que lo más complicado es precisamente decidir qué quieres ver tu obra publicada. Mientras la tienes en un cajón, estás a salvo. No hay críticas ni posibilidad de rechazo. Vencer ese miedo es un paso importante porque supone enfrentar a “tu criatura” al mundo y darle la posibilidad de que te la destrocen.
Una vez dado este paso, hay miles de obstáculos para el escritor novel. Los agentes ni te contestan, las editoriales están colapsadas de manuscritos y como mucho te responden con cartas tipo en las que indican que no encajas en su línea editorial… El tiempo de espera es duro y te hace plantearte muchas veces que quizá lo que escribiste no es tan bueno como pensabas y que deberías dejarlo. Pero hay que seguir luchando. Tus sueños sólo pueden morirse si tú los matas.
¿Qué dirías que buscan las editoriales en sus autores?
Mi experiencia con el mundo editorial ha sido bastante negativa. La mayoría de editoriales no está dispuesta a arriesgarse con un autor desconocido. Quieren algo seguro y que venda mucho desde el primer día y eso es algo que la mayoría de autores noveles no les van a proporcionar. Yo conseguí que una editorial publicase mi primera novela a cambio de cederles los derechos de mis cinco siguientes obras durante veinte años sin que tuviesen que desembolsar ni un euro por ello. Es lo que tiene ser una escritora sin experiencia, emocionada por ver que su sueño se va cumpliendo, y que no sabe realmente lo que está firmando. Por suerte he conseguido cancelar ese contrato y vuelvo a ser dueña de mis obras, lo cual ha supuesto una auténtica liberación.
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